Siempre nos hemos preguntado: ¿de qué está hecho el Tonayán? Esta polémica bebida, cuyo nombre evoca las aventuras de un héroe troyano, es un misterio para muchos. Comencemos por desentrañar su origen y los ingredientes que la componen, recordando que la sabiduría popular dice que uno debe tener cuidado con lo que se ingiere, especialmente si se trata de alcoholes populares que inundan el mercado con promesas de embriaguez y camaradería.
El origen del Tonayán y sus usos en las famosas ‘aguas locas’
Esta bebida, que se obtiene de la destilación del agave cocido y fermentado, es utilizada principalmente en la elaboración de las ‘aguas locas’, una mezcla que combina diversas frutas y los ingredientes alcohólicos o no alcohólicos del Tonayán. A pesar de ser asociado con la región de Tequila, Jalisco, este licor no pertenece a la familia del mezcal, sino que es simplemente un “licor de caña” de dudosa calidad. Su composición, basada en alcohol etílico potable de melaza y saborizantes artificiales, no se especifica en la etiqueta.
El Tonayán como símbolo de la destilación popular y económica
Producido por la empresa mexicana Marca Tonayán desde 1865, este licor de caña se vende a un precio accesible de alrededor de 35 pesos. Su bajo costo lo convierte en una opción popular para jóvenes de bajos recursos y aquellos que buscan una embriaguez rápida en reuniones y fiestas. La práctica de mezclar jugos, frutas y alcohol económico, como el Tonayán, es común en México.
La diversa gama de productos Tonayán
Existen otros productos de Tonayán, como el Tonayán Premium y el Tonayán etiqueta negra, que pertenecen a la categoría de destilado de agave y tienen un grado de alcohol del 30% y 35% respectivamente. En cuanto al licor de caña del Tonayán, su contenido alcohólico es del 24%, lo que lo hace altamente embriagante y potencialmente peligroso si se consume en exceso.
El proceso de fabricación del Tonayán: desde el agave hasta la botella
El proceso para la fabricación del Tonayán comienza con el cultivo y la cosecha de la planta de agave. Después de ser cocido en hornos de mampostería tradicionales, el agave es llevado a los molinos donde se separan las fibras y se obtiene el jugo. La mezcla de los jugos se fermenta durante tres días, y luego se destila en alambiques. El añejamiento se lleva a cabo en barricas de roble blanco americano y encino.
Mitos y realidades sobre los efectos del consumo de Tonayán
A lo largo de los años, han surgido diversos mitos en torno al Tonayán, como que podría causar ceguera. Si bien la bebida no es inofensiva, Profeco, la Procuraduría Federal del Consumidor, aclara que el licor de caña se elabora a base de bebidas alcohólicas destiladas y contiene un contenido alcohólico del 13.5 a 55%. Es cierto que el consumo excesivo y prolongado de bebidas como el Tonayán puede conducir a serias consecuencias para la salud, como hemorragias cerebrales, coma etílico, cirrosis y hasta la muerte.
Un llamado a la responsabilidad y la prudencia
Como siempre, la clave está en el equilibrio y la moderación. No debemos olvidar que, aunque el Tonayán forma parte de la cultura popular mexicana, su consumo representa un grave riesgo para la salud. Los especialistas han alertado sobre los posibles efectos negativos en el cuerpo humano, especialmente entre los jóvenes y personas de bajos recursos.
Entonces, la próxima vez que alguien te invite a probar el Tonayán o a participar en la elaboración de unas ‘aguas locas’, recuerda que el héroe troyano al que supuestamente alude este licor de caña no estaba en realidad luchando con una copa en la mano. Por el contrario, luchaba con conocimiento y prudencia, dos elementos esenciales para cualquier embate contra la embriaguez y sus consecuencias en nuestra vida cotidiana.