En este artículo, se examina la rica y enigmática historia de la masonería en México, así como su influencia en la formación del país y en la vida de algunos de nuestros más célebres líderes. Desde sus orígenes en el siglo XVIII hasta su impacto en la actualidad, la masonería ha sido una fuerza poderosa en la vida política y social mexicana, entretejiendo sus simbolismos, filosofías y rituales en el tejido mismo de nuestra identidad.
La masonería y sus orígenes en México
La masonería fue introducida en México durante la segunda mitad del siglo XVIII por inmigrantes franceses y, posiblemente, por miembros del ejército realista español destacado en la Nueva España. Desde sus primeros días, la masonería mexicana se entrelazó con la lucha por la independencia y el proceso de construcción nacional.
El historiador José María Mateos sugiere que líderes independentistas como Miguel Hidalgo, Morelos e Ignacio Allende eran masones. Aunque la existencia de la logia “Arquitectura Moral”, en la que supuestamente se iniciaron tales líderes, nunca se pudo probar, resulta interesante observar cómo las figuras clave de nuestra historia tuvieron vínculos con la masonería o al menos simpatía por sus ideas.
La masonería y la política mexicana
Tras la consumación de la independencia en 1821, la masonería mexicana comenzó a dividirse en dos corrientes políticas: los escoceses (conservadores y pro-europeos) y los yorkinos (liberales y pro-estadounidenses). Ambas logias contendían por el control de la administración gubernamental con sus respectivas agendas.
En 1826, masones mexicanos fundaron el Rito Nacional Mexicano, una tercera vía nacionalista que buscaba equilibrar las influencias extranjeras. Su mayor representante histórico fue Benito Juárez, quien se inició en esta corriente en la logia “Independencia” No. 2 en 1847 y se mantuvo miembro hasta 1872.
La masonería y los presidentes de México
No solo Juárez fue un masón conocido, también existen indicios de que buena parte de nuestros gobernantes pertenecieron a la masonería, ya sea en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, en el Rito Nacional Mexicano, o en el más polítizado y estadounidense Rito de York. Por ejemplo, se dice que Maximiliano de Habsburgo encontró apoyo en las logias masónicas de México tras asumir el trono en 1864.
La filosofía masónica y la formación del individuo
En sus orígenes, la masonería fue una sociedad exclusivamente varonil, pero hoy en día existen logias femeninas y mixtas. La filosofía masónica se basa en la idea de que el perfeccionamiento moral e intelectual del individuo contribuye al progreso de la humanidad. A través de rituales iniciáticos y del estudio de símbolos y ciencias, busca producir un cambio de consciencia en sus miembros – o profanos – que los haga comprometerse con el bienestar colectivo.
¿Qué relación existe entre la masonería y la religión?
Aunque la masonería no es una religión en sí, su naturaleza iniciática y espiritual puede generar confusiones. La masonería se considera tolerante y universalista en términos religiosos, ya que no impone ni excluye ninguna creencia o dogma en particular. En cambio, busca promover la búsqueda del conocimiento y la tolerancia entre sus miembros, trascendiendo las barreras religiosas y culturales.
En resumen: la masonería en México
La masonería en México es una institución apasionante y compleja, cuyos orígenes y vicisitudes se encuentran entrelazados en la historia de nuestra nación. A través de la influencia política o filosófica, la masonería ha contribuido al desarrollo del país y a la formación de líderes comprometidos con la justicia, la igualdad y la fraternidad. Si bien hoy en día la masonería ha perdido parte de su visibilidad e influencia política, su legado permanece, reflejado en los valores que han forjado nuestra identidad.