En las últimas décadas, la música electrónica en México ha evolucionado de manera constante, desde sus humildes orígenes en los años 70 hasta su impacto en la escena internacional actual. Aunque la música electrónica generalmente se asocia con los populares DJ y festivales de hoy en día, sus raíces en México se remontan a una época en la que los músicos experimentaban con sonidos casi subterráneos.
Los antecesores de la música electrónica en México
En los años 70, la música electrónica comenzó a ser producida por músicos mexicanos inspirados por los fenómenos populares y los avances tecnológicos en la creación de música. Uno de los primeros nombres en aparecer en la escena fue Héctor Quintanar Prieto, quien junto con Raúl Pavón, fundó el Laboratorio de Música Electrónica del Conservatorio Nacional de Música.
En esa misma época, el músico y promotor de eventos Mateo Lafontaine también dejó una huella imborrable en el mundo de la música electrónica. Su legado inspiró a generaciones posteriores, como a Bostich, y mostró que la música electrónica en México podía estar al mismo nivel que otras escenas internacionales, como la de Bélgica.
La influencia del folklore mexicano
Con el paso del tiempo, la música electrónica en México ha adoptado elementos del folklore nacional, como se puede apreciar en propuestas como Los Macuanos y Los Amparito. Estos proyectos tomaron lo mejor de la tradición y lo combinaron con la innovación, creando un sonido único y fascinante.
El Prof. Juan Antonio Vargas, Maestro en Etnomusicología por la Universidad de Guadalajara, analizó este fenómeno en su tesis “Sonidos Sintéticos en México – Hacía la búsqueda de una voz propia”. En su trabajo, Vargas explora cómo algunos grupos se aproximaron a la cumbia a partir del fenómeno de los sonideros, utilizando el folklore mexicano de un modo menos obvio pero igual de poderoso.
La consolidación de la escena electrónica
En los años 90 y principios del nuevo milenio, la música electrónica en México comenzó a expandirse internacionalmente. Algunos músicos emigraron a otros países para grabar sus proyectos y participar en festivales internacionales, lo que impulsó la visibilidad mexicana en el género.
Un ejemplo de esto es el dúo Tim & Collins, formado por Juan Pablo Escudero y Jorge Corral, quienes lograron colaboraciones con artistas internacionales y llevaron el talento mexicano a un nivel más alto.
La creciente presencia de las mujeres en la música electrónica
En los últimos años, se ha observado una escena experimental en la música electrónica hecha por mujeres en México. Estas artistas han creado proyectos innovadores y estimulantes, mostrando su capacidad y talento en la industria.
La música electrónica hoy: dos escenas opuestas
Actualmente, existe una escena de música electrónica en México que mira hacia el pasado en los años 80 y otra más experimental. La interacción entre estas dos corrientes crea un panorama fascinante lleno de contrastes y evolución constante.
Un ejemplo de cómo la música electrónica mexicana se ha influenciado por la música norteña es Nortec, un proyecto que fusiona los sonidos típicos de la música regional con la electrónica.
El futuro de la música electrónica en México: una historia en desarrollo
A pesar de que la escena musical electrónica en México ha experimentado un crecimiento constante, algunos expertos, consideran que aún queda mucho por desarrollar en comparación con lo que sucede en otros países.
En la última década han surgido festivales especializados en música electrónica en México, promoviendo una escena más unificada a nivel internacional y atrayendo a más público y atención.
Variación de voltaje: un registro histórico
En 2013, el autor Carlos Prieto publicó “Variación de voltaje”, un libro que explora los orígenes de la música electroacústica. Este trabajo ambicioso es el primero de una serie de tres, y contiene entrevistas con personajes clave como Héctor Quintanar y Antonio Russek, quienes ofrecen relatos de sus primeros acercamientos a la música electrónica en México.
El libro también aborda la historia del abandono de Torreón por parte de Russek para estudiar arte y ciencias en el Distrito Federal, y cómo Roberto Morales y otros artistas sonoros gestionaron el compilado “Música Electroacústica Mexicana” (1984), uno de los primeros documentos históricos de esta nueva música.
La educación en México y su relación con la música electrónica
La educación en México está desatendida, y esto supone un problema a la hora de apoyar el desarrollo de la música electrónica en el país. Según el INEGI, el nivel de educación promedio en México es de secundaria concluida, lo que limita las oportunidades y el acceso a una formación adecuada y especializada en música electrónica.
La falta de una educación de calidad en el campo musical hace que la historia de la música electrónica en México no se haya desarrollado de manera homogénea. Sin embargo, continúan apareciendo proyectos innovadores y artistas dedicados a difundir y experimentar con los sonidos electrónicos en México.
En este viaje sonoro a través de la historia de la música electrónica en México, hemos descubierto cómo artistas y músicos han dado forma a un género que ha evolucionado y se ha expandido más allá de las fronteras del país. Aunque aún queda mucho por desarrollar, queda claro que México cuenta con propuestas únicas y artistas talentosos dispuestos a seguir explorando y redefiniendo la música electrónica.