Imagina despertar un día y descubrir que alguien te ha robado el alma, virtud que te convierte en único. Ahora imagina que el alma que te han robado es tu identidad digital. Un escenario que puede resultar aterrador, pero en el que podemos evitar caer tomando ciertas precauciones. En este artículo te ofreceremos una guía completa para prevenir el robo de identidad en línea.
El robo de identidad y su relación con el phishing y la ingeniería social
El robo de identidad en línea no es un juego de niños, requiere de malhechores que utilicen técnicas cada vez más sofisticadas – como el phishing y la ingeniería social – logrando hacernos caer en sus redes y entregarles nuestra información personal voluntariamente. Esto puede conllevar a que tomen control de cuentas en línea, realicen compras o lleven a cabo acciones legales en nuestro nombre.
La vulnerabilidad de los perfiles públicos en redes sociales
Las redes sociales pueden ser un festín para los ladrones de identidad. Revelemos nuestros sentimientos y debilidades, pero cuidemos la información sensible que compartimos. No abramos las puertas del reino, donde los criminales obtienen información para hacerse pasar por nosotros.
Conexiones seguras y lugares protegidos
Disfrutemos del café en nuestra cafetería favorita, pero no ofrezcamos la oportunidad de que alguien más beba de nuestra taza. Utilicemos conexiones seguras al introducir información personal en línea y hagámoslo preferentemente desde lugares seguros.
Proteger los dispositivos portátiles y usar soluciones multicapa
Una muralla puede proteger contra los enemigos que se versan a lo lejos, pero una segunda muralla protegerá mejor. El uso de múltiples soluciones de seguridad en nuestros dispositivos es igual de importante para mantener a salvo nuestra información personal.
Evitar sitios web y mensajes sospechosos
No dejes que te engañe el espejismo del desierto. Los sitios web y mensajes maliciosos pueden parecer ser lo que no son. Por más llamativas que sean sus promesas, evita esos mensajes que te invitan a compartir información personal.
La fortaleza de las contraseñas y la verificación en dos pasos
Utilizar contraseñas fuertes y únicas, combinando mayúsculas, minúsculas y números, es un hechizo poderoso para guardar nuestros tesoros. Agreguemos además la autenticación de doble factor como un recurso más para mantener nuestra identidad a salvo en el mundo digital.
La vigilancia en cuentas bancarias
Revisemos nuestras cuentas regularmente, como si fueran huellas en la arena para detectar movimiento sospechoso. No permitamos que retiros no autorizados pasen inadvertidos y detengamos a tiempo el daño generado por el robo de identidad.
Establecer límites y ser precavido
La sabiduría de límites envida a nuestra libertad. Establezcamos límites en transacciones bancarias y seamos precavidos al manejar nuestra información confidencial.
Ser discreto en redes sociales
Como el dicho popular: no es más feliz quien más publica, sino quien sabe guardar secretos. Evitemos compartir demasiada información personal en redes y no revelemos detalles de nuestra vida que puedan ser utilizados en nuestra contra.
Protección antes, durante y después
Para tener bajo llave nuestra identidad en línea, sigamos algunas reglas básicas como:
- Verificar estados de cuenta.
- Utilizar contraseñas seguras.
- Desechar documentos que contengan información personal.
- Conservar documentos importantes en un lugar seguro.
- No abrir correos sospechosos.
La importancia de la denuncia y el apoyo
Si somos víctimas del robo de identidad, no hay que temer alzar la voz. Acudamos a la CONDUSEF para recibir asesoría y bloquear nuestro buró de crédito, e informemos a las instituciones financieras donde se tienen cuentas.
La prevención del robo de identidad en línea es un arte que requiere de nuestra constante atención y adaptabilidad. Siguiendo estas pautas, podremos navegar en el océano digital con mayor seguridad y disfrutar de sus misterios sin temer a los piratas que han hecho de él su campo de batalla.