La lengua cumple diversas funciones en nuestro cuerpo. Una de las más conocidas es la capacidad de percibir los sabores de los alimentos gracias a las papilas gustativas ubicadas en su cara superior. Estas papilas son responsables de detectar los sabores amargo, dulce, salado y de la temperatura y textura de los alimentos. De esta manera, la lengua es fundamental en nuestra experiencia de sabor y en nuestra relación con la comida.
Otra de las funciones de la lengua es su participación en la articulación de los diferentes fonemas. Gracias a la combinación de los movimientos de la lengua, los labios y el velo del paladar, entre otros, logramos hablar correctamente y comunicarnos eficazmente con los demás. Por esta razón, la lengua es uno de los principales órganos de la fonación.
Además, la lengua es clave en el proceso de masticación y deglución de los alimentos. Ella dirige la comida dentro de la cavidad oral y facilita su trituración. La lengua también es responsable de la formación del bolo alimenticio, que se dirige al comienzo de la faringe, dando inicio al proceso de deglución. Es decir, sin la lengua, no podríamos alimentarnos de forma adecuada.
Pero eso no es todo. La lengua también forma parte del anillo linfático de Waldeyer, que captura agentes patógenos que ingresan al organismo a través de la boca y la nariz para producir una respuesta inmune. Así, la lengua es un importante órgano de defensa contra las infecciones y los agentes externos que pueden dañar nuestro organismo.
¿Cómo funciona la lengua en el cuerpo humano?
La lengua es un órgano muscular membranoso situado en el interior de la boca que cumple diversas funciones importantes en el cuerpo humano. La lengua está compuesta por músculos que se entrelazan y forman la mayor parte de su masa. Estos músculos son controlados por nervios motoros y sensitivos.
Entre las principales funciones de la lengua se encuentran:
- Percepción del gusto: La lengua contiene las glándulas gustativas, encargadas de enviar información al cerebro sobre el sabor de los alimentos ingeridos. Es gracias a la función gustativa que podemos identificar sustancias dañinas para el cuerpo y disfrutar de diferentes sabores.
- Sensibilidad táctil: La lengua es extremadamente sensible a las percepciones táctiles y es capaz de detectar diferentes texturas y temperaturas.
- Masticación: Las rugosidades del dorso de la lengua, junto con el paladar, ayudan en la trituración de los alimentos durante la masticación.
- Deglución: La lengua permite mover la comida dentro de la boca para facilitar su descomposición por los molares. Durante la deglución, la lengua forma una bola llamada bolo alimenticio y lo dirige hacia la faringe.
- Fonación: La lengua asume diferentes posiciones dentro de la boca, lo que ayuda en la articulación de las palabras y la producción de sonidos con la ayuda de las cuerdas vocales.
- Vía de absorción: La lengua tiene capacidad filtrativa facilitada por el sistema venoso.
- Función del aparato protector linfoide: La lengua y las amígdalas forman parte del anillo linfático de Waldeyer, que tiene funciones de defensa y producción de anticuerpos.
Es crucial cuidar la lengua y acudir al dentista para revisiones periódicas, ya que pueden presentarse diversas patologías orales relacionadas con la lengua, como alteraciones congénitas y del desarrollo, hipertrofia papilar, pseudopatología lingual, lesiones infecciosas y alteraciones traumáticas.
Función de la lengua en la digestión
La lengua juega un papel crucial en el proceso digestivo. ¿Cómo es esto posible? A continuación, veremos las diferentes funciones que la lengua tiene en la digestión de los alimentos.
- La lengua y el habla: Uno de los trabajos principales de la lengua es producir los sonidos necesarios para el habla. La lengua es capaz de cambiar de posición rápidamente para crear una secuencia de sonidos que pueden alcanzar más de 90 palabras por minuto.
- La lengua y el gusto: Las papilas gustativas en la lengua nos permiten experimentar los diferentes sabores de la comida. Se reconocen cinco sensaciones gustativas diferentes: dulce, agrio, salado, amargo y umami.
- La lengua y la masticación: Cuando comemos, la lengua juega un papel significativo en la masticación. La colocación del alimento entre los dientes y su mezcla con saliva es el trabajo de la lengua. De este modo, se triturará el alimento para que pueda ser digerido más fácilmente.
- La lengua y la deglución: Después de masticar correctamente, la lengua ayuda a juntar las partículas de alimentos para formar masas llamadas bolos. Después de que se han formado los bolos, la lengua los empuja hacia el esófago para su posterior digestión en el estómago
La lengua es uno de los músculos más importantes en el cuerpo humano, y su relación con la digestión tiene una importancia significativa que no se debe pasar por alto. Ahora entiendes el papel crítico que la lengua desempeña en la producción de sonidos al hablar, en la percepción de los sabores, en la masticación y en la deglución de los alimentos.
Enfermedades de la lengua más comunes y sus síntomas
Las enfermedades de la lengua son más comunes de lo que podrías pensar, y conocer las señales de alerta puede ser fundamental para un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo. Algunas de las enfermedades más frecuentes que pueden afectar a la lengua incluyen la:
- Macroglosia.
- Leucoplasia.
- Candidiasis oral.
- Liquen plano oral.
- Lengua geográfica.
- Anquiloglosia.
A continuación, te contamos sobre sus síntomas, causas y opciones de tratamiento.
Macroglosia:
Una lengua más grande de lo normal puede ser la señal más evidente de esta condición. Quienes la sufren pueden experimentar molestias al hablar, comer o masticar. La macroglosia suele tener un origen hereditario o congénito, pero también puede manifestarse en personas con Síndrome de Down, hipotiroidismo o Síndrome de Beckwith-Wiedemann. En algunos casos, se puede realizar una cirugía para reducir el tamaño de la lengua.
Leucoplasia:
Se manifiesta con manchas blancas en la lengua y la cara interna de las mejillas. Suele tener un origen irritativo, causado por la irritación de los dientes, prótesis dentales, tabaco o alcohol. Es relevante revisar cualquier lesión en la boca, ya que puede ser una señal inicial de cáncer oral.
Candidiasis oral:
Esta infección es causada por el exceso de hongo candida en la boca. Se manifiesta con lesiones blancas en la lengua o encías, acompañadas de una capa inferior enrojecida que puede sangrar. Afecta principalmente a personas con un sistema inmunológico débil, como adultos con enfermedades crónicas o VIH, y bebés. Se puede contagiar de una persona a otra. El tratamiento suele incluir antifúngicos orales.
Liquen plano oral:
Se trata de una enfermedad inflamatoria y crónica que se manifiesta con manchas blancas o rojas en la lengua, mejillas y suelo de la boca. Puede ser asintomática o causar síntomas como erupción o picor. No se contagia de una persona a otra. Las causas principales son desórdenes inmunológicos y enfermedades como la hepatitis C. El tratamiento puede incluir biopsia o medicación.
Lengua geográfica:
Esta enfermedad se caracteriza por manchas blancas o rojas y grietas en la superficie de la lengua, que recuerdan a las de un mapa. Puede ser causada por déficit de vitaminas, estrés, predisposición genética, cambios hormonales, entre otros. En muchos casos, los síntomas remiten de manera espontánea. Se recomienda una buena higiene oral y evitar el consumo de alcohol, tabaco y alimentos muy calientes o picantes.
Anquiloglosia:
Esta condición también es conocida como “lengua anclada”. No se proporcionan síntomas específicos en el texto proporcionado, pero se trata de una enfermedad que puede dificultar el habla y la alimentación, y puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen. Puede ser tratada con terapia del habla, fisioterapia y, en algunos casos, cirugía.
Efectos del tabaco en la lengua
El tabaco es altamente perjudicial para la salud en general, pero los efectos negativos en nuestra boca y, en especial, en nuestra lengua, no son menores. A continuación, te explicamos los principales efectos negativos que el tabaco tiene en nuestra lengua y en nuestra boca en general.
- Halitosis o mal aliento: fumar causa, en muchas ocasiones, un aliento desagradable debido a las sustancias que el tabaco contiene.
- Dientes amarillos y manchas oscuras: el consumo de tabaco también provoca la decoloración de los dientes, dejándolos amarillos y con manchas oscuras.
- Enfermedades periodontales: el tabaco dificulta la respuesta del cuerpo a las enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. Disminuye el riego sanguíneo y las defensas de las encías, lo que dificulta la respuesta al ataque de las bacterias que causan estas enfermedades. Además, enmascara las señales de alarma de las enfermedades periodontales, lo que puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
- Mayor predisposición al cáncer oral: el tabaco juega un papel esencial en el desarrollo del cáncer oral. El humo del tabaco contiene sustancias cancerígenas que aumentan el riesgo de padecer cáncer de boca. Dejar de fumar es una de las mejores medidas para prevenir el cáncer oral.
En definitiva, el consumo de tabaco puede afectar de manera significativa la salud de nuestra lengua y nuestra boca en general. Desde halitosis hasta enfermedades periodontales y cáncer oral son algunas de las enfermedades que pueden aparecer como consecuencia de este hábito. El primer paso para evitar estos problemas es dejar de fumar y, en caso de tener alguna duda o problema en nuestra boca, acudir al odontólogo especializado para recibir un tratamiento adecuado.
Cómo cuidar la lengua para mantenerla saludable
La lengua es un órgano vital para nuestra alimentación y lenguaje, pero también es un lugar común para la acumulación de bacterias que pueden causar mal aliento y otras complicaciones. Por eso, es vital cuidar nuestra lengua para mantenerla saludable y evitar problemas bucales.
- Hacer una correcta higiene lingual: Es fundamental lavar nuestra lengua al menos dos veces al día, preferiblemente con un limpiador língual, para evitar la acumulación de biofilm y protegerla de las bacterias que pueden causar mal aliento.
- Visitar al dentista: Acudir a nuestro odontólogo de confianza al menos una vez al año es importante para asegurarnos de que nuestra lengua y dientes estén en buen estado, y recibir consejos para mantenerlos saludables a largo plazo.
- Evitar ciertos alimentos: Hay algunos alimentos que pueden ser perjudiciales para nuestra lengua y boca, como los alimentos altos en azúcar o acidez. Reducir su consumo puede ayudar a prevenir la aparición de caries y otros problemas.
- Dejar de fumar: El tabaco es uno de los mayores enemigos de nuestra boca y lengua, ya que puede afectar su color, sabor y olor, además de aumentar el riesgo de cáncer oral y otros problemas de salud.
En resumen, para mantener nuestra lengua saludable es crucial realizar una correcta higiene lingual, visitar al dentista regularmente, evitar ciertos alimentos y dejar de fumar. Con estos cuidados básicos podemos disfrutar de una boca y lengua saludables a largo plazo.
¿Cómo se evalúa la salud de la lengua en una consulta médica?
En una consulta médica, se realiza una evaluación visual de la lengua para detectar cualquier problema de salud que se pueda evidenciar en la textura, color y apariencia. Además, se puede realizar una palpación para identificar bultos o protuberancias que puedan sentirse al tacto. También se pueden realizar pruebas para evaluar el sentido del gusto y la sensación en la lengua. Todo esto es clave para diagnosticar cualquier enfermedad o deficiencia vitamínica que pueda estar afectando la salud bucal.
Algunos de los problemas de salud que pueden detectarse en la lengua por medio de la evaluación visual y palpación incluyen:
- Cubrimiento blanquecino o amarillento: puede ser un indicativo de una acumulación de células descamativas, restos de alimentos y bacterias, lo cual puede causar mal aliento. Si persiste a pesar de una correcta higiene, se debe acudir a una consulta odontológica.
- Lengua agrietada: la presencia de fisuras en la lengua puede facilitar la aparición de infecciones.
- Sensación de picazón o escozor: puede ser indicativo del Síndrome de la boca ardiente, un trastorno que provoca una sensación de ardor en la lengua y otras zonas de la boca.
Es fundamental mantener la lengua limpia y eliminar los restos de alimentos y la película de bacterias que se acumulan en ella para prevenir cualquier problema de salud bucal. Si se presenta cualquier problema en la lengua es recomendable acudir a una consulta médica para realizar una evaluación detallada y obtener un diagnóstico preciso.
Avances en la investigación de la lengua en México
En la actualidad, la investigación de la lengua en México continúa avanzando y abarcando diversos temas. Uno de los estudios más relevantes se enfoca en la percepción del gusto y cómo esta puede variar de acuerdo a la cultura y alimentación del individuo. También se han realizado investigaciones sobre enfermedades que afectan la lengua, como el síndrome de boca ardiente y el cáncer oral.
Avances en los tratamientos para enfermedades y lesiones de la lengua
En cuanto a los tratamientos, se han hecho avances significativos en el uso de implantes dentales para pacientes que han perdido parte de su lengua debido a una enfermedad o accidente. Además, se buscan nuevas técnicas para la rehabilitación del habla en personas que han sufrido una lesión en el cerebro que afecta su capacidad de comunicación.
