La Helicobacter pylori es una bacteria que infecta el estómago y es una causa común de úlceras estomacales. Esta bacteria se puede transmitir de varias maneras, como a través de la saliva, el vómito, las heces, alimentos o agua contaminados.
A pesar de que muchas personas infectadas no presentan síntomas, algunos pueden experimentar dolor abdominal, náuseas, pérdida de apetito, eructos frecuentes, hinchazón y pérdida de peso involuntaria. Si se presenta algún síntoma, es importante buscar tratamiento inmediato.
El tratamiento para la infección por Helicobacter pylori incluye el uso de antibióticos. Si no se trata adecuadamente, podría aumentar el riesgo de úlceras, inflamación de la mucosa del estómago y, en casos raros, cáncer de estómago.
En regiones donde la infección es común, es recomendable realizar pruebas para detectar la presencia de Helicobacter pylori en personas sanas. Si se detecta la bacteria, se pueden tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de complicaciones en el futuro.
Características de la bacteria Helicobacter pylori
La bacteria Helicobacter pylori es una bacteria gramnegativa con forma de bacilo helicoidal que habita en el epitelio gástrico humano. Esta bacteria cuenta con la ureasa que le permite neutralizar su entorno ácido y puede producir inflamación de la mucosa gástrica, gastritis, úlcera péptica y linfoma de tejido linfoide asociado a mucosa (MALT).
Una de las características más importantes de esta bacteria es que vive exclusivamente en el estómago humano y se “atornilla” literalmente por sí misma para colonizar el epitelio gástrico. Además, fue redescubierta en 1979 por el patólogo australiano Robin Warren, quien junto con Barry Marshall aisló este microorganismo de las mucosas de estómagos humanos y fue el primero en cultivarlo.
Inicialmente, la bacteria fue llamada Campylobacter pyloridis y después Campylobacter pylori, pero en 1989 se movió al género Helicobacter. El nombre pylori viene del latín pylorus, que significa ‘guardabarrera’, en referencia al píloro, la apertura circular del estómago que conduce al duodeno.
- La ureasa es la principal característica que diferencia a H. pylori de otras bacterias: la ureasa es una enzima que permite a la bacteria sobrevivir en un ambiente ácido y líquido, además de neutralizar su entorno.
- H. pylori está relacionada con la migración humana prehistórica: cada población humana posee una distribución característica de cepas de H. pylori que están relacionadas con el origen de los humanos modernos y sus migraciones prehistóricas.
Transmisión y prevención de la bacteria Helicobacter pylori
La Helicobacter pylori es una bacteria que se encuentra en el estómago de muchas personas alrededor del mundo. Se transmite por distintas vías, lo que puede provocar su rápida propagación en la población. Algunas de las formas de transmisión son:
- Alimentos y agua contaminados.
- Contacto entre personas por medio de saliva.
- Transmisión iatrogénica (a través de instrumentos médicos no desinfectados adecuadamente).
- Zoonosis (transmisión de gatos y perros principalmente a humanos).
Es crucial destacar que también se ha encontrado ADN de H. pylori en vómitos, placa dental y heces. Por tanto, es fundamental tener en cuenta estos factores de riesgo para evitar el contagio.
Para prevenir la infección por H. pylori, se recomienda:
- Evitar ingerir alimentos que no estén bien cocinados.
- No visitar lugares antihigiénicos.
- Lavar bien las manos.
Por tanto, la prevención es esencial para prevenir la infección por esta bacteria y sus efectos en la salud.
Síntomas y Diagnóstico de la Infección por Helicobacter Pylori
La infección por Helicobacter pylori es una enfermedad común que puede causar diversos problemas de salud si no se trata adecuadamente. Los síntomas de esta infección pueden variar significativamente, desde leves hasta graves, y pueden incluir:
- Dolor y malestar abdominal
- Inflamación del estómago y el intestino
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de apetito y de peso
- Acidez estomacal y eructos frecuentes
Si experimentas alguno de estos síntomas, es crucial que consultes a un médico para recibir un diagnóstico preciso. La infección por Helicobacter pylori se puede diagnosticar mediante diversas pruebas y procedimientos. Algunas de las pruebas utilizadas son:
- Prueba de antígenos en heces: Esta es la prueba más común para detectar la presencia de Helicobacter pylori. Consiste en buscar proteínas asociadas con la infección en una muestra de heces.
- Prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en heces: Esta prueba de laboratorio puede detectar la infección por Helicobacter pylori en las heces y también identificar mutaciones que pueden ser resistentes a los antibióticos utilizados para tratarla.
- Prueba del aliento con urea: Durante esta prueba, se ingiere una sustancia que contiene moléculas de carbono marcadas. Si hay una infección por Helicobacter pylori, el carbono se libera cuando la sustancia entra en contacto con la bacteria en el estómago.
- Examen de endoscopia superior: Esta prueba invasiva se realiza introduciendo un tubo largo y flexible con una cámara en la garganta y el esófago hasta llegar al estómago y al duodeno. Permite observar cualquier problema en el tracto digestivo superior y tomar muestras de tejido (biopsia) para detectar la presencia de Helicobacter pylori.
Es significativo repetir las pruebas después del tratamiento para asegurarse de que la infección se haya eliminado. Los antibióticos y ciertos medicamentos para suprimir el ácido gástrico pueden interferir en la precisión de las pruebas, por lo que es necesario suspender su uso antes de realizarlas. El tratamiento de la infección por Helicobacter pylori generalmente incluye el uso de al menos dos antibióticos diferentes, junto con medicamentos para ayudar a curar el estómago, como inhibidores de la bomba de protones, subsalicilato de bismuto y bloqueadores de la histamina.
Se recomienda repetir las pruebas de Helicobacter pylori al menos cuatro semanas después del tratamiento. Si las pruebas muestran que la infección no ha sido eliminada, puede ser necesario un tratamiento adicional con otra combinación de antibióticos.
Tratamiento y manejo de la infección por Helicobacter pylori
El tratamiento y manejo de la infección por Helicobacter pylori es un problema de salud global debido a su asociación con el desarrollo de enfermedades digestivas, como la úlcera péptica y el cáncer gástrico, y enfermedades extradigestivas. Existen diferentes métodos para investigar la presencia de esta bacteria, tanto invasivos como no invasivos.
Para erradicar la bacteria, se han establecido condiciones específicas y se propone realizar una erradicación masiva para reducir la mortalidad por cáncer gástrico. En este sentido, se han desarrollado diferentes esquemas de erradicación que involucran combinaciones de inhibidores de la bomba de protones y antibióticos durante un periodo mínimo de 14 días. Se recomienda usar esquemas que logren una tasa de erradicación mayor del 90% y evitar el uso de claritromicina en lugares con resistencia mayor al 15%.
De qué se alimenta la bacteria Helicobacter Pylori?
La bacteria Helicobacter Pylori se alimenta de la mucosa del estómago humano. Esta bacteria exclusiva del estómago humano se “atornilla” en la mucosa gástrica y puede quedarse suspendida en ella o adherirse a las células epiteliales.
Además de la mucosa gástrica, la Helicobacter Pylori requiere otros nutrientes para sobrevivir, como el hierro que se encuentra en la sangre. Por lo tanto, esta bacteria tiene una habilidad especial para aprovechar las fuentes de hierro disponibles en el cuerpo humano.
La presencia de la bacteria en el estómago humano también puede tener efectos perjudiciales en el organismo. El 70% de las infecciones por Helicobacter Pylori son asintomáticas, pero en algunos casos, puede causar gastritis crónica, úlceras e incluso cáncer de estómago.
La Helicobacter Pylori se alimenta de:
- La mucosa del estómago humano
- El hierro que se encuentra en la sangre
Habiendo considerado lo dicho, la Helicobacter Pylori es una bacteria exclusiva del estómago humano que aprovecha las fuentes de hierro disponibles en el cuerpo humano para sobrevivir. Si bien el 70% de las infecciones son asintomáticas, esta bacteria puede causar problemas de salud graves como gastritis crónica, úlceras e incluso cáncer de estómago. Es relevante tomar medidas para prevenir o tratar las infecciones por Helicobacter Pylori en caso de que se detecten.
Riesgos y complicaciones de la infección por Helicobacter pylori
La infección por Helicobacter pylori es una de las enfermedades más comunes en el mundo. Pero, ¿cuáles son los riesgos y complicaciones asociados?
- Inflamación estomacal (gastritis): Más del 90% de las personas infectadas por H. pylori desarrollarán inflamación estomacal. Esta inflamación puede afectar la totalidad del estómago o solo la parte inferior (antro). En algunos casos, puede derivar en gastritis erosiva y posiblemente en una úlcera gástrica.
- Formación de úlceras: La bacteria H. pylori contribuye a la formación de úlceras porque aumenta la producción de ácido, altera las defensas normales del estómago contra el ácido gástrico y produce toxinas.
- Riesgo de cáncer de estómago: Aunque no todas las personas infectadas por H. pylori desarrollan cáncer de estómago, esta infección a largo plazo aumenta el riesgo de padecerlo.
En cuanto a los síntomas de la infección por H. pylori, muchas personas no desarrollan síntomas o complicaciones. Sin embargo, aquellos que presentan síntomas suelen experimentar indigestión (dispepsia) y dolor o malestar en la zona superior del abdomen.
El diagnóstico de la infección por H. pylori se puede realizar mediante pruebas del aliento o análisis de muestras de heces. En algunos casos, se puede utilizar una endoscopia digestiva alta para obtener una muestra de la mucosa gástrica y analizarla en busca de la presencia de H. pylori.
El tratamiento de la infección por H. pylori generalmente consiste en la administración de antibióticos y un inhibidor de la bomba de protones. Es esencial destacar que la infección por H. pylori es muy común y aumenta con la edad. A los 60 años, alrededor del 50% de las personas en Estados Unidos están infectadas. La infección es más frecuente entre las personas de ascendencia africana, latinoamericana y asiática.
El impacto de la infección por Helicobacter pylori en la población de México.
La infección por Helicobacter pylori es un problema de salud pública en México, afectando a una gran parte de la población mexicana. Según estudios recientes, la prevalencia de esta infección en México es de alrededor del 70%.
Esta bacteria puede causar una variedad de enfermedades gastrointestinales, desde gastritis hasta úlcera péptica y cáncer gástrico. Por esta razón, se realizó el “IV Consenso Mexicano sobre H. pylori” realizado por la Asociación Mexicana de Gastroenterología en 2017, con el objetivo de abordar el impacto de esta infección en la población de México y establecer recomendaciones para su diagnóstico y tratamiento.
- Según este consenso, México es considerado un país con riesgo de cáncer gástrico bajo a intermedio, a pesar de tener una alta prevalencia de infección por H. pylori.
- Por esta razón, se recomienda la erradicación de H. pylori en casos de enfermedad ulcerosa péptica, presencia de lesiones premalignas, antecedentes de cáncer gástrico y linfoma asociado a la mucosa.
- Además, la relación entre H. pylori y los síntomas dispépticos sigue siendo controvertida y requiere de más investigación.
En cuanto a la terapia de erradicación, ya no se considera la:
- Triple terapia de erradicación con amoxicilina, claritromicina y un inhibidor de la bomba de protones como la primera línea de tratamiento.
- Terapia cuádruple con bismuto (inhibidor de la bomba de protones, subcitrato de bismuto, tetraciclina y metronidazol) como opción alternativa.
- Terapia cuádruple sin bismuto (inhibidor de la bomba de protones, amoxicilina, claritromicina y metronidazol) como opción alternativa.
- Realizar pruebas de sensibilidad antimicrobiana en casos de falla en dos tratamientos de erradicación.
Finalmente, se propone la realización de campañas de educación sobre el diagnóstico y tratamiento de H. pylori dirigidas a médicos de primer contacto y a la población en general, con el fin de crear conciencia sobre la importancia de prevenir y tratar esta infección en la población mexicana.
Medidas de prevención y control de la infección por Helicobacter pylori en México
La infección por Helicobacter pylori es uno de los problemas de salud más importantes en México, afectando a un alto porcentaje de la población. Aunque no se mencionan medidas específicas de prevención y control en la información proporcionada, existen acciones que se pueden tomar para reducir la incidencia de esta infección.
- Una de las medidas más efectivas para prevenir la infección por H. pylori es el lavado de manos constante, ya que es una de las principales vías de transmisión.
- Otra medida vital es el consumo de agua y alimentos seguros, ya que la bacteria puede encontrarse en alimentos y agua contaminados.
- Se recomienda evitar el consumo de alimentos muy condimentados, el tabaquismo y el alcohol, ya que pueden irritar la mucosa gástrica y favorecer la colonización de H. pylori.
Es fundamental destacar que la erradicación de H. pylori con antibióticos puede curar la gastritis y disminuir el riesgo de cáncer gástrico. Sin embargo, la resistencia de H. pylori a los antibióticos está aumentando, lo que reduce las opciones terapéuticas y hace que el tratamiento sea más complicado. Además, la OMS ha catalogado a H. pylori como un microorganismo de prioridad alta que amenaza la salud humana debido al incremento de la resistencia a la claritromicina.
En conclusión, es importante adoptar medidas de prevención para reducir la incidencia de la infección por H. pylori, así como estar alerta a los síntomas de la gastritis y otras enfermedades relacionadas con el tracto digestivo. En caso de ser diagnosticado con H. pylori, es esencial seguir el tratamiento prescrito por el médico y tomar todas las medidas necesarias para evitar su propagación.
