Sumergirse en el mundo de la animación stop-motion en México es adentrarse en un universo colmado de imaginación y persistencia. A lo largo del último siglo, artistas mexicanos han dejado su huella y legado en este arte animado a través de sus obras e innovación técnica. En este artículo, vamos a hacer un recorrido por la historia de esta intrigante forma de arte y conoceremos a algunos de sus más destacados exponentes.
Los orígenes del stop-motion
La técnica del stop-motion tiene sus raíces en los finales del siglo XIX, cuando el francés Georges Mèliés presentó al mundo esa forma de animación llamada “stop motion” o “stop action”. Mèliés no sólo fue el creador, sino que accidentalmente descubrió la técnica en 1896 después de un incidente con su cámara. Al mismo tiempo, otros artistas como Thomas Alba Edison también experimentaban con estas técnicas en sus cortometrajes como “The enchanted drawing”.
La expansión del stop-motion en el cine internacional
Luego vino la época dorada del stop-motion en el cine internacional. Albert E. Smith y J. Stuart Blackton crearon “The Humpty Dumpty Circus”, y Lotte Reiniger maravilló al público con “Las aventuras del Príncipe Achmed”. George Pal se convirtió en un pionero en la animación por reemplazo y fundó su propia productora, Puppettoons. La técnica rápidamente fue perfeccionada por artistas de diversas latitudes, como Europa del Este o España, siendo el checo Jirí Trnka o el español Segundo de Chomón, pioneros en el desarrollo de la técnica, construyendo un legado inolvidable.
La animación stop-motion en México: primeros exponentes y encuentros
En el país azteca, la animación stop-motion comenzó a tomar relevancia en el ámbito artístico. En un evento llamado «Los 7 magníficos del stop-motion en México», varios artistas mexicanos compartieron sus experiencias y mostraron sus creaciones al mundo. Entre ellos, encontramos a premiados creadores como Karla Castañeda, Luis Téllez, Rita Basulto, Juan José Medina, Sofía Carrillo, León Fernández y René Castillo.
Las obras maestras mexicanas del stop-motion
Cada uno de estos talentosos artistas ha aportado su granito de arena al legado del stop-motion en México. Rita Basulto, por ejemplo, habló de su obra “Eclosión“, que formó parte del prestigioso festival de Annecy y recibió una nominación a los premios Ariel en 2020. René Castillo está actualmente trabajando en un largometraje animado en 3D en coproducción con una compañía china, enriqueciendo aún más la técnica nacional.
Otro de los artistas, Luis Téllez, trabaja en una obra llamada “Inzomnia”, una distopía futurista donde nadie puede dormir ni soñar. Por otro lado, Juan José Medina acaba de finalizar su nuevo cortometraje animado “Tío”, donde experimentó con distintas técnicas de animación.
Karla Castañeda nos tiene en vilo con su nuevo proyecto, “Canción de noche“, y nos deja boquiabiertos al saber que colabora en un largometraje animado con Guillermo del Toro. ¡Cuánto talento!
Variaciones técnicas en el stop-motion
El stop-motion es, en efecto, un mundo fascinante. Existen diferentes enfoques para lograr este tipo de animación, como la animación con marionetas, la animación con plastilina y la pixilación de objetos y personas. Cada una de estas técnicas requiere habilidades específicas, pero todas ellas se fusionan en la creación de universos animados que nos permiten desconectarnos de la realidad y sumergirnos en mundos misteriosos y deliciosos.
La innegable influencia de “El Apóstol”
En México, la importancia de la animación y su poder para contar historias no puede ser subestimada. En 1917, se produjo una película llamada “El Apóstol”, la cual fue realizada con la técnica de animación de stop-motion, y aunque haya sido destruida por un incendio en 1928, fue un ejemplo de cómo la animación puede ser una poderosa herramienta de crítica social que influyó en artistas mexicanos a seguir experimentando con diversas técnicas. Es por ello que incluso hoy, los creadores de stop-motion mexicanos siguen luchando por hacer realidad sus ideas en el país azteca.
La música y la animación: inseparables
Y como no mencionar el papel crucial de la música en la animación. Desde principios del siglo XX, la animación ha estado acompañada de secuencias musicales que resaltan y complementan el contenido visual. Por ejemplo, hasta 1928, las producciones animadas contenían música genérica para acompañar a las imágenes. La música se convirtió en parte inseparable de la experiencia cinematográfica, permitiendo que lo visual y lo auditivo se fusionaran de maneras inimaginables.
En fin, no cabe duda de que la animación stop-motion ha cautivado a generaciones de espectadores y creadores en México y en el mundo. En sus múltiples variantes, esta técnica ha permitido la creación de auténticas obras de arte que, sin duda, continuarán fascinándonos y formando parte de nuestro legado cultural y artístico.
