En el contexto de investigaciones penales en México, un término que resuena constantemente es la cadena de custodia. Para entender mejor esta herramienta jurídica, describamos brevemente qué es y en qué consiste.
La cadena de custodia: definición y propósito
La cadena de custodia es un sistema de control y registro aplicado a cualquier indicio, evidencia, objeto, instrumento o producto del hecho delictivo. Su propósito es garantizar la autenticidad y preservación de estos elementos desde su localización hasta su presentación en juicio.
A través de este proceso, se busca proteger la integridad de las pruebas y evitar manipulaciones indebidas, lo cual es crucial para que el juez pueda emitir un fallo basado en evidencias sólidas y confiables durante el proceso penal.
Importancia del Primer Respondiente en la cadena de custodia
La correcta implementación de la cadena de custodia comienza con la actuación del Primer Respondiente, quien es la primera autoridad con funciones de seguridad pública en el lugar de la intervención. Esta persona tiene el deber de resguardar y preservar el lugar de los hechos para que las pruebas no se vean comprometidas.
Sin embargo, en México se cuestiona si la capacitación y equipamiento de la policía es adecuada para realizar funciones como fijaciones, acordonar, embalar o entrevistar testigos en el lugar del delito. La labor del Primer Respondiente es vital para desarrollar una verdadera investigación científica, pero muchas veces enfrenta la falta de preparación y protocolos adecuados.
Protocolo Nacional del Primer Respondiente: un intento por solucionar el problema
Para enfrentar esta problemática, en septiembre de 2015 se creó en México el Protocolo Nacional del Primer Respondiente (PNPR), con el objetivo de homologar la actuación de la policía en la investigación de delitos y capacitar a 41 mil policías estatales y municipales en tan solo cuatro meses.
El PNPR es parte de la reforma penal, cuyo plazo máximo de implementación en todo el territorio nacional fue el 18 de junio de ese año. La correcta operación de esta reforma implica un trabajo conjunto con los Ministerios Públicos como dirigentes de las investigaciones.
Consecuencias de un rompimiento en la cadena de custodia
Un rompimiento de la cadena de custodia puede tener graves consecuencias para el valor probatorio de los indicios hallados y, en ocasiones, se castiga con sanciones administrativas o penales. Es por ello que es obligatorio para la policía, peritos y cualquier servidor público que deba preservar el lugar donde se encuentran los indicios, seguir al pie de la letra los procedimientos establecidos.
Además de la falta de capacitación, los servidores públicos deben lidiar con la carencia de protocolos adecuados, lo cual puede provocar errores en la cadena de custodia que comprometan la investigación. Por ejemplo, la descripción detallada de la forma en que se realizó la recolección, embalaje y etiquetado de evidencias, así como la identificación de quienes intervinieron, es crucial para garantizar su autenticidad.
Jurisprudencias relevantes
En México, existen dos jurisprudencias que abordan el tema de la cadena de custodia: el Registro digital 2004655 y el Registro digital 2004653. En la primera se establecen directrices para respetar la cadena de custodia y generar convicción en el juzgador, mientras que la segunda señala que dicho proceso debe respetarse para que los indicios recabados en la escena del crimen generen convicción en el juzgador.
Medidas de seguridad en la cadena de custodia
El proceso de la cadena de custodia incluye medidas de seguridad para garantizar la preservación de bienes materiales o documentales, evitando manipulaciones indebidas que puedan invalidarlos como parte de una investigación judicial. Estas medidas abarcan desde la extracción o recogida de pruebas hasta su presentación en el juicio, pasando por el registro, identificación y marcado, colocación de embalaje primario y secundario, precintos de seguridad, transporte de las pruebas hasta los laboratorios, y traspaso de las mismas a los distintos especialistas para su inspección y análisis.
Para asegurar la correcta preservación de la cadena de custodia, es necesario documentar cada paso que da la prueba, identificando a las personas que han operado con ella, el lugar en que lo han hecho y dónde ha estado almacenada posteriormente. Los sobres, bolsas y precintos de seguridad tienen como objetivo garantizar la integridad, autenticidad y la identificación original de las muestras.
Seguridad pasiva y la tolerancia ante irregularidades burocráticas
Los sistemas de seguridad pasiva permiten que la cadena de custodia permanezca intacta pero, si se rompe, se evalúa el caso en función del tipo de anomalía. Por ejemplo, si se detectan irregularidades burocráticas que no afectan a la integridad de las muestras, estas no necesariamente pierden su validez. Sin embargo, todo defecto en la seguridad y continuidad de la cadena de custodia puede acarrear una investigación de las circunstancias y, en casos extremos, la descalificación de las pruebas.
En resumen
La cadena de custodia es un proceso clave en las investigaciones penales de México que busca garantizar la autenticidad y preservación de indicios y evidencias desde su localización hasta su presentación en juicio. Para garantizar su correcta implementación, es vital la capacitación y equipamiento adecuado de la policía y otros servidores públicos involucrados, así como la creación y seguimiento de protocolos efectivos.
Las consecuencias de un rompimiento de la cadena de custodia pueden ser graves, afectando el valor probatorio de los indicios y, en última instancia, el resultado del proceso penal. Por lo tanto, es importante garantizar la aplicación adecuada de este sistema, especialmente en un país como México, donde la efectividad y transparencia en la justicia es fundamental para fortalecer la confianza de la sociedad en sus instituciones.
